Soporte |
El devoto de la Virgen del Carmen procurará cada dÃa -cuando mejor pueda- hacer esta consagración a su Madre:
"! Oh, MarÃa, Reina y Madre del Carmelo! Vengo hoy a consagrarme a Ti, pues toda mi vida es como un pequeño tributo por tantas gracias y beneficios como he recibido de Dios a través de tus manos.
Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia a los que visten tu escapulario, te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sabidurÃa las tinieblas de mi mente y aumentes en mi la fe, la esperanza y la caridad, para que cada dÃa pueda rendirle el tributo de mi humilde homenaje.
El santo escapulario atraiga sobre mà tus miradas misericordiosas, sea para mi prenda de tu particular protección en luchas de cada dÃa y constantemente me recuerdes el deber de pensar en Ti y revestirme de tus virtudes.
De hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espÃritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu medio y convertir mi vida en imagen de tu humildad, caridad, paciencia, mansedumbre y espÃritu de oración.
¡Oh, Madre amabilÃsima! Sosténme con tu amor indefectible, a fin de que a mÃ, pecador indigno, me sea concedido un dÃa cambiar tu escapulario por el eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo en el reino de tu Hijo".
Amén
Consultas |
© Copyright 2013. BIBLIOTECA ELECTRÓNICA CRISTIANA -BEC- VE MULTIMEDIOSâ„¢. La versión electrónica de este documento ha sido realizada por VE MULTIMEDIOS - VIDA Y ESPIRITUALIDAD. Todos los derechos reservados. La -BEC- está protegida por las leyes de derechos de autor nacionales e internacionales que prescriben parámetros para su uso. Hecho el depósito legal.
Diseño web :: Hosting Católico